Esta encantadora villa es de estilo rústico y cuenta con una licencia de alquiler vacacional, fue construida en 2003 y está ubicada en un amplio terreno que abarca tres parcelas, con un total de aproximadamente 25.043 m².
Con una superficie habitable de 575 m², esta imponente residencia se destaca por su diseño y funcionalidad. La planta baja se despliega en una espaciosa sala de estar de 56 m², bañada por luz natural y acentuada por una chimenea que invita a la relajación. Además, hay un comedor de 38 m², una cocina de 29 m² con encanto mallorquín y otra chimenea perfecta para momentos íntimos, un dormitorio de 16,52 m² y un baño completo. Para aquellos que requieren espacio adicional para vehículos, la propiedad cuenta con un amplio garaje de 46,51 m².
El primer piso alberga el área privada con tres dormitorios. El dormitorio principal, de generosas dimensiones con 40,71 m², incluye un baño en suite y una sala de estar. Este nivel se complementa con un dormitorio doble de 17,96 m², otro dormitorio de 28,79 m² y un baño adicional. Las mañanas en esta casa pueden comenzar en la terraza exterior de 40 m², disfrutando del paisaje circundante.
Para los amantes del vino, el sótano ofrece una bodega de 31,88 m², lista para almacenar las mejores selecciones.
El área al aire libre es un oasis de relajación: una piscina de 112 m², un bar y una zona de barbacoa, ideal para reuniones al aire libre.
Situada a solo 4,7 km de Porreres, 35 km del aeropuerto de Palma y 25 km de la famosa playa de Es Trenc, esta casa combina tranquilidad y conectividad.
Viene completamente equipada: calefacción central, aire acondicionado, electricidad de Endesa, pozo de agua propio y exquisitamente amueblada.
Porreres, una encantadora localidad enclavada en el corazón de Mallorca, España, ofrece una agradable mezcla de auténtica cultura mallorquina y una tranquila atmósfera mediterránea. Conocida por sus pintorescas calles bordeadas de casas de piedra tradicionales y antiguos molinos de viento, Porreres irradia historia y encanto rústico. La plaza central del pueblo, la Plaça de la Vila, es un punto de encuentro rodeado de cafés y restaurantes donde locales y visitantes disfrutan de la cocina mallorquina tradicional.
Porreres también alberga varias bodegas destacadas, lo que la convierte en un paraíso para los amantes del vino. Para aquellos que buscan aventuras al aire libre, los alrededores ofrecen oportunidades para hacer senderismo y ciclismo, con senderos escénicos que conducen a viñedos, olivares y miradores panorámicos. Porreres es una joya escondida que ofrece una auténtica experiencia mallorquina y una escapada tranquila de los bulliciosos destinos turísticos de la isla.